En los momentos más críticos y de ayuda, la solidaridad de las personas desaparece, pero este no es el caso de Nicholas Bostic, un repartidor de alimentos, de 25 años. El pasado 11 de julio, el joven conducía por una calle en la ciudad de Lafayette del estado de Luisiana (EE.UU.), cuando notó el incendio de una casa de dos pisos y escuchó gritos de auxilio.
Nicholas sacó el héroe que llevaba dentro al evidenciar la tragedia que se estaba presentando, el joven se dio cuenta de que había dejado su móvil en su casa, por lo que no pudo llamar a los bomberos y entró directamente a la casa en llamas.
El estadounidense abrió la puerta trasera de la casa y comenzó a gritar para ver si había alguien adentro. Su grito despertó a una joven de 18 años que rápidamente fue a buscar a las demás personas que estaban en la casa. Los cuatro niños bajaron las escaleras, donde las esperaba Nicholas, quien las ayudó a salir y encontrar un lugar seguro. Sin embargo, la quinta niña todavía estaba dentro de la casa en llamas.
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— LafayetteINPolice (@LafayetteINPD) July 15, 2022
«Pensé, «no quiero morir aquí»», confesó Nicholas. Pero, contuvo la respiración, y siguió el llanto en la oscuridad hasta que encontró a la niña rápidamente. Sin embargo, la salida de la casa ya estaba bloqueada por el fuego y humo.
Bostic se dio cuenta de que solo podían salir por la ventana. Por esto, rompió el vidrio, levantó a la niña y saltó con ella desde el segundo piso. El chico hizo todo lo posible para suavizar la caída de la niña, pero, en el proceso, se lastimó el brazo, la espalda y el tobillo.
Gracias al fuerte trabajo que realizó, los cinco niños siguen con vida. Nicholas tuvo que ser intervenido por los servicios sanitarios debido a daños ocasionados por inhalación de humo y quemaduras de primer grado en las nalgas, tobillo y brazo derechos. Ahora se encuentra hospitalizado.