La falta de diagnóstico del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) que causa el síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), es un tema que mantiene en alerta a la Organización Mundial de la Salud desde mediados de 2016 y desde entonces se han desarrollado diferentes estrategias para su detección, entre ellas, la que más fuerza ha tomado, el autoanálisis, prueba que sirve para que las personas con un simple test conozcan su estado y puedan tomar acciones a tiempo.
A partir del 1 de agosto, este tipo de pruebas estarán disponibles en Colombia, las personas de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga y Pereira, serán parte del piloto que busca introducir el autotest en el país. El proyecto está a cargo de la Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial con financiación del Fondo Mundial de lucha contra el SIDA.
La prueba que llegará requiere dos gotas de sangre que se extraen de la yema del dedo y arrojarán un resultado en los próximos 15 minutos, el test puede detectar la infección con muy pocos días de adquirida, sin embargo, se asegura que hasta pasados 30 días no es totalmente confiable su resultado, este periodo de tiempo es lo conocido como “ventana inmunológica”. Con este sencillo proceso para la detección se quiere combatir los estigmas que existen alrededor de la enfermedad y que priva a muchas personas de acercarse a realizarse exámenes.
Por ahora el autotest no estará disponible para la venta libre, y para obtenerla existen convenios con universidades, hospitales y carpas en las calles, además de que se pueden solicitar mediante la página web tecuidamos.com.co. El objetivo es que su distribución sea masiva y las 14.000 pruebas del plan piloto se repartan en su totalidad y se pueda proceder con una implementación definitiva.
La OMS tenía la meta de lograr que el 90% de las personas conocieran para 2020 su estado serológico, lo cual hace referencia al conocimiento de un individuo de la presencia o no presencia de anticuerpos detectables contra un antígeno en específico, objetivo que no se cumplió. Y ahora con la implementación de estas nuevas alternativas, se espera que para entre el 2025 y 2030, el porcentaje se eleve al 95%, estadística que permitiría una rápida acción frente a la enfermedad.