Según una investigación del medio El Espectador, entrar a la Isla Tesoro es un privilegio que pocos tienen. Los autorizados para entrar únicamente son el presidente, guardaparques y científicos a cargo de su conservación.
Esta Isla es parte del archipiélago de las Islas del Rosario, uno de los lugares más turísticos de Colombia. Aunque durante siglos, los piratas y conquistadores libraron batallas en estas aguas del Caribe colombiano, a pocas millas de Cartagena, por los botines de oro y plata sacados de las Américas con rumbo a Europa. Se cree, de hecho, que la última vez que los navegantes del Galeón San José, uno de los patrimonios sumergidos más importantes, vieron tierra fue Isla Tesoro.
Por eso fue que en 2007 por su buen estado de conservación fue declarada como “Zona Intangible”, el mayor rango de protección que existe dentro de Parques Nacionales.
“Debido a su poca o mínima alteración, y al ser una zona importante de anidación de tortugas y aves, el objetivo es que las condiciones de esta isla se mantengan a perpetuidad”, explica Camilo Valcárcel, profesional de investigación y monitoreo del área protegida.
Sin embargo, hay demasiada erosión costera dentro de la Isla, lo que hace que esta protección no sea eficiente para la zona. Hace más de 70 años esta Isla era aún más pequeña de lo que es ahora.
Entre 1954 y 2007 se evidenció que Isla Tesoro perdió casi el 50 % de su tamaño. Pasó de tener 11 hectáreas a seis, lo afirma un estudio realizado entre distintas universidades, Parques Nacionales y el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas de Colombia.
Por otro lado, entre 2007 y 2016 la isla perdió otras 1.67 hectáreas a causa de la erosión, que se traducen también en pérdidas de playas para la anidación de tortugas, manglares y arrecifes de coral.
“En Isla Tesoro se encuentra la zona de anidación más importante de tortugas marinas de todo el Parque Natural”, asegura Diego Duque, quien lleva 22 años trabajando en el área protegida.
Las islas del Archipiélago del Rosario son una barrera natural ante eventos extremos que pueden afectar a comunidades y ciudades como Cartagena y sus alrededores. De esa barrera, isla Tesoro es la primera línea.
Esta pequeña isla sirve de obstáculo y cambia la dirección y la altura de las olas que se encuentran con ella.
“El Caribe colombiano tiene como característica general, que la costa no está en equilibrio con el oleaje. Es decir, el oleaje llega de manera oblicua, le pega a la costa de lado”, explica el investigador de la Universidad de Antioquia, Juan Blanco. “Cuando esto sucede, la ola, en lugar de devolverse, genera como un efecto cuchilla”.
Al ocasionar esta “cortadura” lo que hace es poner en riesgo sus propias barreras naturales, que se han protegido durante años: los corales y los manglares.
Según el Ministerio de Ambiente, es actualmente una de las mayores presiones ambientales para las islas coralinas del Caribe, y para nuestras costas, en general.
“Aunque isla Tesoro sea una Zona Intangible, la problemática de erosión costera podría hacer que perdiéramos el estado de conservación de esta zona, que no lo tienen las demás islas del Archipiélago, así como todos los beneficios y servicios ecosistémicos que presta”, menciona Camilo Valcárcel, de Parques Nacionales Naturales.