El Covid-19 no solo trajo muertes y secuelas, también, una grave crisis pública que afectó de forma directa la salud mental de los ciudadanos.

Tras convivir con la pandemia del covid-19, un factor clave que ha venido tomando fuerza en la cotidianidad son las enfermedades mentales; actividades, crisis económicas, inseguridad, desempleo, socialización, pobreza, inmigrantes… influyen en el deterioro de la salud mental, pues no son tareas sencillas de retomar después de tres años de encierro.

Aunque antes del confinamiento este tipo de tendencias ya existían, lo que hizo la pandemia fue acentuar y marcar con mayor visibilidad los estados de salud mental, que de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se ha manifestado en altas tasas de depresión y ansiedad, particularmente entre mujeres, jóvenes, personas con condiciones de salud mental preexistentes, trabajadores de la salud y personas que viven en situación vulnerable.

Para refugio de muchos, la tecnología ha sido una forma de escape, dejando al descubierto el consumo inapropiado de información que aumenta y se transforma en un sentimiento de soledad dejando vacíos emocionales en los receptores, según un informe de expertos de la consultora Llorente y Cuenca, citado en El Tiempo, el efecto de las redes sociales también influye en el deterioro de la salud mental, aunque no hay nada concluyente al respecto.

Las cifras son realmente preocupantes, como lo indica La Organización Mundial de la Salud (OMS) los trastornos mentales aumentaron un 25% a nivel mundial durante el primer año de pandemia, en Estados Unidos, las tasas de ansiedad y depresión alcanzaron hasta el 37% y el 30%, respectivamente, a finales de 2020, y con respecto a Latinoamérica, solo el 6 % de la población tiene acceso a tratamientos de salud mental, así lo indica la OPS.

El panorama en Colombia no es distinto, con base en datos entregados por el Ministerio de Salud y Protección social, se pudo conocer que en el país las enfermedades mentales se cuadruplicaron, pues desde el año 2009 pasaron de 405.124 a 1.500.000 individuos en 2021.

Los expertos insisten en una rápida búsqueda de soluciones para esta problemática de salud. ¿Cómo? Con medidas de autocuidado, control y ayuda profesional, también, como se evidencia en el informe, mediante estrategias de comunicación bidireccionales y multicanal con mensajes diferenciados por audiencia e información confiable. Que contemplen la educación, la conciencia y motiven a la acción, hacia la búsqueda de ayuda profesional.

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