El Papa Francisco anunció que acepta la renuncia del obispo polaco Grzegorz Kaszak, quien se encontraba al mando de la diócesis de Sosnowiec en el sur de Polonia. La noticia llega después de un incidente que involucró a miembros de la comunidad parroquial en una fiesta sexual.
Los hechos se remontan a finales de agosto, cuando un sacerdote de la parroquia de Dąbrowa Górnicza, identificado como Tomas Z, organizó una fiesta sexual en la rectoría de la iglesia. En esta reunión participaron otros dos laicos, sin embargo, la celebración tomó un giro inesperado cuando uno de los invitados sufrió una sobredosis de píldoras para la disfunción eréctil y cayó inconsciente, informó el periódico El Clarín.
La llamada de emergencia para solicitar asistencia médica reveló un nuevo problema: el sacerdote encargado de la fiesta impidió inicialmente el acceso de los paramédicos al lugar. Fue necesaria la intervención de la policía para permitir que los profesionales médicos atendieran al individuo en apuros.
En una carta el 29 de septiembre, el obispo Grzegorz Kaszak ofreció su renuncia al Papa Francisco. En el comunicado de renuncia, el obispo expresó su pesar y se mostró dispuesto a asumir todas las consecuencias de sus acciones.
El Vaticano, en su comunicado oficial, no proporcionó una razón específica para la renuncia de Kaszak. A sus 59 años, estaba por debajo de la edad de jubilación estándar de 75 años para los prelados.
El arzobispo Adrian Galbas de Katowice ha sido designado como administrador apostólico de la Diócesis de Sosnowiec hasta que se nombre un nuevo obispo.