El 7 octubre empezó la guerra entre Israel y Palestina que ha dejado más de 11.000 palestinos muertos en Gaza y ha desplazado a Hamas del poder, desde entonces Israel ha logrado el control efectivo del área al norte de Wadi Gaza.
La situación humanitaria en el sur de Gaza es un asedio total impuesto por Israel y el limitado flujo de ayuda a través de la frontera con Egipto que ha dejado a los habitantes de Gaza con una escasez de alimentos, agua y combustible.
Israel busca a los líderes de Hamas, como Yahya Sinwar y Muhammad Deif, que se creen están escondidos en un complejo de túneles donde las tropas israelíes pasarán las próximas semanas volando las entradas de esos túneles y recorriendo el norte en busca de armas y militantes, pero todo indica que después se van a concentrar en el sur, ya que mucha gente que vivía en el norte de la zona de Gaza huyó al sur.
El flujo de ayuda ha sido limitado y la ruta a través de Egipto tiene muchas dificultades y la reapertura del cruce de Kerem Shalom con Israel es crucial para la supervivencia de los habitantes de Gaza, que fue cerrado por motivos de seguridad como informó el director del departamento de cruces, Nathmi Mhanna.
En el campo de batalla, Israel se embarca en operaciones para desmantelar los túneles y localizar armas y militantes.
La atención internacional aumenta, con llamados a un alto el fuego y preocupaciones por la situación humanitaria. La tarea de Israel es delicada, ya que busca equilibrar sus objetivos militares con las crecientes demandas de una solución humanitaria en Gaza.