El fenómeno climático conocido como El Niño está dejando secuelas desastrosas en el sector ganadero de Colombia, con cifras impactantes proporcionadas por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y el Fondo Nacional del Ganado (FNG).
Desde el 1 de diciembre de 2023 hasta el 15 de enero de 2024, más de 113,000 predios ganaderos han resultado afectados, con pérdidas económicas que superan los 122,000 millones de pesos. La región más afectada en términos económicos es el Caribe, con una pérdida de 11,723 millones de pesos.
La tragedia se refleja en la pérdida de vidas animales, con un total de 8,879 bovinos muertos y más de 308,000 desplazados debido a la escasez de agua y pastos, la producción diaria de leche ha sufrido una caída alarmante, con más de 1.8 millones de litros perdidos cada día, generando pérdidas adicionales de 2,351 millones de pesos diarios.
Las consecuencias son evidentes en distintas regiones del país, en la región Andina, los departamentos de Cundinamarca, Antioquia y Boyacá llevan la peor parte, con pérdidas significativas en la producción lechera, en el Caribe, departamentos como Cesar, Magdalena y Sucre, también experimentan pérdidas considerables, los Llanos Orientales, especialmente en Arauca y Casanare, reportan una disminución cercana a los 27,000 litros diarios de leche.
La muerte de animales se atribuye a la insuficiencia de agua y alimentos, consecuencia de la sequía y la disminución en la producción causada por la falta de lluvias, la situación se agrava con la presencia de enfermedades como la anaplasmosis y tripanosoma, así como la coccidiosis en terneros y vacas adultas flacas, y la fasciola hepática en zonas de páramo.
Ante este panorama desafiante, el gerente técnico de Fedegán, José De Silvestri, hace hincapié en las expectativas de lluvias normales para febrero de 2024, según el Ideam, sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que algunas regiones podrían experimentar condiciones por debajo de lo normal, lo que añade preocupación a la ya precaria situación.
La emergencia climática no solo tiene un impacto en la vida animal y la producción ganadera, sino que también plantea riesgos significativos para la economía nacional, las medidas tomadas hasta el momento, como el desplazamiento de animales hacia zonas con recursos hídricos y alimenticios más estables, son paliativos frente a una recuperación lenta y desafiante.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) pronostica la persistencia de El Niño hasta abril, seguido por un periodo ENSO-neutral hasta junio, las proyecciones indican desafíos continuos para la sociedad, destacando la necesidad de estrategias de adaptación y preparación frente a eventos climáticos extremos.