Este fin de semana se vivió uno de los cierres más apasionantes y particulares de los últimos años en el fútbol Argentino; Boca llegaba con 51 puntos a enfrentar a Independiente en su estadio, La Bombonera y Racing con 50 puntos enfrentó de visitante a River Plate en El Monumental. Una victoria de Boca liquidaba todo, pero cualquier otro resultado le abría las chances a Racing de llevarse el campeonato.
Ambos partidos se jugaron en simultáneo como es de costumbre cuando hay alguna de estas definiciones y a los 32 minutos en el partido de Boca, Independiente se puso arriba con un penalti y esto ilusionó a todos los hinchas de La Academia quienes en su estadio gritaron el gol de su máximo rival como propio, algo nunca antes visto; sin embargo, la alegría no duró mucho y dos minutos después el Xeneize empató el encuentro y a los 50 minutos, el colombiano Sebastián Villa los puso adelante, y con el empate parcial entre River y Racing, todo seguía igual y Boca era el campeón.
En el minuto 56 del partido en el estadio de River, Racing se puso en ventaja y aunque el gol ilusionaba, con Boca ganando, no servía de nada. Casi al mismo tiempo, en el minuto 80, Miguel Ángel Borja empató el partido para River y Nicolás Vallejo hizo lo mismo para Independiente, así, Racing solo necesitaba un gol para salir campeón con ayuda de su rival de barrio, que estaba siendo un problema para el equipo bostero.
Al final del partido, lo impensado se dio, con una dudosa mano en el área, el árbitro señaló un penalti a favor de Recing con el cual, de ser convertido, y de mantenerse el empate en el partido simultáneo, coronaría al equipo azul de avellaneda como el campeón absoluto del torneo; es aquí cuando los problemas empezaron, pues Racing con algunos de sus jugadores más experimentados en cancha, mandó a patear un penalti de esta importancia a Jonathan Galván, defensa que llevaba solo unos minutos en cancha y que como era de esperarse, erro el tiro.
En la bombonera, los hinchas locales escuchaban por la radio cómo Franco Armani, portero de River, quien en el pasado les había hecho pasar tan malos ratos, atajaba el penal que les ayudaba para que, a pesar de su empate, Racing no pudiera salir campeón y tan solo unos minutos después, nuevamente Borja marcaba y esto liquidó el partido y prácticamente el campeonato, y en las gradas se veía a la hinchada abrazarse a costa de un gol de nada más y nada menos que de River Plate, su eterno rival.
Antes del partido se rumoreó sobre la posibilidad de que River o independiente perdieran a propósito para perjudicar a sus eternos rivales, sin embargo, todo se dio en la legalidad y aunque muchos hinchas millonarios se molestaron por haber colaborado en la obtención del título de Boca, Marcelo Gallardo, su técnico y quien dirigió su último partido en el club, declaró que se sentía orgulloso de haber jugado con honor y sin dejar ninguna duda de su transparencia. Así, Gallardo cerró el ciclo más exitoso en la historia del equipo, dándole un título a su más grande rival, y provocando un final casi utópico, todo Boca celebrando un penal atajado y los goles de River.