A la tarjeta amarilla y tarjeta roja, conocidas en el mundo del fútbol, se ha sumado la tarjeta blanca, que se mostró por primera vez en un partido profesional, en el encuentro entre Benfica contra el Sporting de Portugal por la Taça de Portugal Feminina.
La jueza central, Catarina Campos, mostró la primera tarjeta blanca en el minuto 44 a los médicos de ambos equipos y, a diferencia de las advertencias de la tarjeta amarilla y roja, esta tarjeta es un reconocimiento por el juego limpio.
En el encuentro, uno de los 15.032 hinchas que asistieron al partido en el Estádio da Luz, se sintió mal en las gradas y necesitó asistencia, donde fue auxiliado por los servicios médicos de ambos equipos.
Cabe destacar que la tarjeta blanca fue aprobada por la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) de 2018, con el objetivo de premiar el Fair Play, y las buenas actitudes en un encuentro profesional de fútbol, tanto en el terreno de juego o en la grada.
La tarjeta, fomentada por el Plan Nacional de Ética en el Deporte de Portugal, sirve para “reconocer los comportamientos correctos en el campo, aplicándose a jugadores, entrenadores y también aficionados”, fue lo que explicó la FPF al anunciar la creación de la tarjeta blanca.
Es de recordar que las tarjetas empezaron a utilizarse oficiosamente durante el Mundial de Inglaterra de 1966, en el partido de cuartos de final que enfrentó a Inglaterra contra Argentina.
De manera oficial, las tarjetas amarilla y roja se implementaron en el Mundial de México en 1970, donde el soviético Kakhi Asatiani, fue el primer jugador al que se le sancionó con tarjeta amarilla, y al chileno Carlos Cazely, el primero en obtener una tarjeta roja.