La exitosa carrera de Nairo Quintana permanece en el limbo desde que diera positivo para un test antidopaje por tramadol el pasado mes de agosto, situación que a día de hoy no se resuelve y por ellos tanto el que era su actual equipo como los interesados en contratarle, han desistido de contar con los servicios del boyacense.
Y es que fue el mismo Nairo el que comunicó que no renovará su contrato con el Arkea-Samsic, equipo francés al que hizo parte desde el 2020 y con el que tuvo un desempeño con altibajos. La escuadra tampoco profundizó de más en el comunicado con el que despidió al colombiano, pero todo parece indicar que el problema de dopaje fue determinante en el futuro de Quintana en el equipo.
Nairo presentó una apelación al Tribunal de Arbitramento del Deporte (TAS) y tendrá una comparecencia ante esta entidad este miércoles 12 de octubre a la que asistirá en compañía de su abogado y un médico científico y buscará defenderse con cinco puntos específicos.
Quintana y los suyos aseguran que la toma de muestra no se realizó de la forma correcta, ya que solo le pincharon un dedo y llevaron la sangre a un papel, lo cual resulta raro para la defensa, por otro lado, el laboratorio que analizó el resultado se ubica en la Universidad de Ginebra que no está acreditado por la AMA, máxima autoridad de dopaje del mundo.
Otro punto es que tampoco le encuentran sentido a la forma en que se desarrolló la sanción, pues como se hizo saber, el tramadol aún no es una sustancia prohibida, solo está en investigación y a Nairo se le sancionó hasta que la competencia acabó cuando el objetivo de descubrir el uso de sustancias prohibidas es proteger al pelotón de algún incidente que cause el consumo.
A Nairo solo se le notificó la sanción, pero nunca se llevó a descargos como debe ser el proceso y uno de los puntos más fuertes es que al campeón del Giro de Italia se le analizó su cabello y su bello púbico y no se encontró presencia de tramadol y que según los análisis, la aparición de tramadol se dio como reacción al consumo de otra sustancia.
Por ahora El futuro del colombiano es incierto, ningún equipo quiere lidiar con el proceso que lleva por el dopaje y lo que pase el próximo 12 de octubre será clave para conocer a dónde irá Nairo y si se podrá mantener en lo más alto del ciclismo mundial.