Con la retirada de las canchas de Serena Williams, han sido muchas las notas y reportajes que hablan sobre sus imponentes números dentro de lo que paradójicamente es denominado el “deporte blanco”. Sin embargo, durante sus más de 25 años de carrera, además de romper récords, Williams enfrentó el machismo, el clasismo y el racismo latente en el deporte a través de su segunda arma preferida después de la raqueta: la moda. Cada salida a las canchas se convirtió en momentos significativos para el power dressing (vestuario de poder).
Los remaches, y el uso de faldas hechas con jean o vestidos estampados, rompieron moldes en un deporte donde en el que, por ejemplo, el Campeonato de Wimbledon exige a sus deportistas vestir absolutamente de blanco, incluyendo su ropa interior.
Aquí en PILAS hablaremos de los momentos más importantes en los que, la también diseñadora, utilizó la moda como un instrumento de cambio dentro del deporte.
Serena vs «una falta de respeto al juego y al lugar»
“Una falta de respeto al juego y al lugar”, así calificó Bernard Giudicelli, presidente de la Federación Francesa de Tenis (FFT), un atuendo denominado “Black Panter” (Pantera Negra) con el que la estadounidense jugó su partido de primera ronda del torneo Roland Garros de 2018. Serena, por su parte, aseguró que el modelo de una pieza mejoraba su circulación sanguínea, después de haber padecido problemas de coagulación a raíz de su difícil parto. A pesar de las explicaciones de la jugadora, la FFT prohibió este tipo de trajes, y estableció “ciertos límites” en el código de vestimenta del torneo.
Las reacciones por parte de la deportista no se hicieron esperar, declarando en una rueda de prensa: «Vivimos en 2018, el mundo es diferente…Es importante ser uno mismo, libre. Además, les recuerdo que mi ropa tiene una función curativa». Así mismo, declaró en una publicación de sus redes sociales: “¿Un traje cualquiera? Para todas las mamás que tuvieron una recuperación difícil del embarazo, aquí tienen. Si yo puedo hacerlo, ustedes también. ¡Los amo a todos!”.
Esta fue la punta del iceberg de una oleada de reacciones a favor de la deportista quien, en su regreso al Roland Garros de 2019, vistió una chaqueta diseñada por Virgil Abloh en la que se estamparon las palabras en francés “madre, reina, diosa y campeona”, una muy contundente respuesta a la polémica que desató Giudicelli el año anterior.
La unión inseparable entre Serena y el Tutú
Otras fueron las ocasiones en las que la 23 veces ganadora de torneos de Grand Slam también rompió estándares, y su mejor arma fueron los Tutús y las faldas. En el US Open del 2018, tras su participación en el torneo francés, Serena jugó dos partidos del torneo utilizando un Tutú negro y otro color lavanda, los cuales tenían escotes asimétricos que rompían con las reglas de la organización, ambas vestimentas también diseñadas por Abloh.
Por supuesto, la relación de Serena y los Tutús sería para toda la vida, por lo que la jugadora usó como traje de gala para su última presentación en el US Open 2022, un atuendo diseñado por ella misma, compuesto por un Tutú de seis capas e incrustaciones de diamante, también lució unos tenis Nike Court Flare 2S, adornados con 400 diamantes e incrustaciones de oro.
Serena tampoco fue ajena a los cambios que debían establecerse en deportes como el fútbol o el atletismo, apoyando o defendiendo causas a través de acciones simbólicas con la moda. Durante el Australian Open de 2021, Williams uso un traje asimétrico inspirado en Florence Griffinth, atleta estadounidense que alcanzó tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
Por otro lado, en el Rolland Garros de 2002, la tenista vestiría un atuendo en apoyo a la selección de fútbol camerunés, que en ese entonces fue obligada a renunciar al diseño elaborado por la marca Puma, un modelo destinado para ser utilizado en el mundial Corea – Japón 2002. ¿La razón de la prohibición? La camisa no tenía mangas.
