El informe, que fue elaborado de manera conjunta por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), analiza y alerta sobre las desigualdades salariales de género en el sector de la salud y el cuidado.
El documento titulado ‘La brecha salarial de género en el sector de la salud y asistencial: un análisis mundial en tiempos de COVID-19’, incluye un análisis a 54 países, los cuales representan alrededor del 40 % de los trabajadores asalariados de este sector en todo el mundo. Las organizaciones encontraron que las mujeres ganan, en promedio, un 24 % menos que sus compañeros hombres. Es decir, casi una cuarta parte menos que sus colegas.
La explicación de la brecha, parcialmente, se debe a “la discriminación hacia las mujeres” que representan el 67% de los trabajadores de la salud y asistenciales en todo el mundo. Al respecto, el director de Personal de Salud de la OMS, Jim Campbell, dijo: “Las mujeres constituyen la mayoría de los trabajadores en el sector de la salud y la atención, pero en demasiados países los sesgos sistémicos están dando como resultado sanciones salariales perniciosas en su contra”.
Sin embargo, las organizaciones explicaron que la diferencia también responde a que la paga en ese rubro económico tiende a ser más baja en general. “Al comparar las brechas salariales de género en el sector de la salud y asistencia con las de otros sectores económicos ajenos a la salud (…) (las primeras) suelen ser más amplias que en otros sectores”.

El análisis también examina factores que impulsan las brechas salariales de género en el sector, como las diferencias de edad, educación y tiempo de trabajo y la diferencia en la participación de hombres y mujeres en los sectores público o privado.
“Las madres que trabajan en el sector sanitario y asistencial parecen sufrir penalizaciones adicionales. Durante los años de reproducción de la mujer, las diferencias salariales entre hombres y mujeres en el sector aumentan considerablemente”, enfatiza la investigación en lo que denomina “brecha por maternidad”.
Por otro lado, advierten, “la mayor parte de la brecha salarial de género sigue sin poder explicarse con los datos disponibles sobre los atributos en el mercado laboral (…) Esto implica que las mujeres que trabajan en el sector están mal remuneradas debido a sus características dentro del mercado laboral, si se compara con hombres que tienen perfiles similares”.
Pese a que los trabajadores de la salud y el cuidado tuvieron un papel crucial durante los primeros años de la pandemia de COVID-19, tanto la OIT como la OMS lamentaron que solo se hubieran presentado mejores marginales en la igualdad salarial durante 2019 y 2020.
Las recomendaciones que realizaron las organizaciones para intentar disminuir esta brecha son; mejorar la calidad de datos disponibles sobre esta situación, con el fin de efectuar evaluaciones oportunas de las condiciones de trabajo. También puntualizan que se debe invertir en empleos decentes y en reducir la segregación de género. “Los datos y el análisis de este informe pionero deben servir de base a los gobiernos, los empleadores y los trabajadores para adoptar medidas eficaces. Resulta alentador que las historias de éxito en varios países muestren el camino, incluidos los aumentos salariales y el compromiso político con la equidad salarial”
“No podemos tener unos servicios de salud y asistenciales de mayor calidad, sin unas condiciones de trabajo mejores y más justas, incluidos unos salarios más justos, para los trabajadores de la salud y asistenciales, la mayoría de los cuales son mujeres. Ha llegado el momento de adoptar medidas políticas decisivas, incluido el necesario diálogo normativo entre instituciones”, concluyó Manuela Tomei, directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT.