Especies en peligro se ven amenazadas por microplásticos en su entorno

Imagen: Canva

Las imágenes de una tortuga boba atrapada entre redes de pesca o de un caballito de mar aferrándose a un bastoncillo para los oídos se han hecho virales en todo el mundo. Estas imágenes no solo fueron premiadas por su valor fotográfico, sino también por su representación del daño que se está causando a los ecosistemas marinos. Estas imágenes representan una realidad visible, la amenaza de los microplásticos. 

Las partículas de menos de 5 mm se han extendido a diferentes lugares del planeta y pueden durar hasta más de cinco décadas en las cadenas tróficas y muchas especies están en riesgo de ingerirlas. 

La prioridad de los estudios es analizar su presencia como biomarcadores del estado de los océanos, para conocer el riesgo que suponen a los humanos o el impacto en la salud de los animales. Han encontrado a más de 690 especies, siendo estas marinas y 200 de ellas comestibles. 

Los depredadores son especialmente susceptibles a los microplásticos de origen humano debido a su alta posición trófica y al aumento constante de su presencia en los océanos. Estos microplásticos amenazan a grandes mamíferos, como la ballena azul, que consume grandes cantidades de alimento y se encuentra en peligro de extinción, pero no son los únicos en riesgo. 

También, se evidencia el peligro de la foca monje mediterránea y los tiburones.

Comparte este contenido:

Sigue más contenido chimba en nuestras redes: