Conocido como el mayor depredador de los ríos de Sudamérica, el caimán del Orinoco. Reptil que puede sobrepasar los 6 metros de longitud y 400 kilos de peso, y que habita especialmente en la tierras bajas que limitan con el río Orinoco y los llanos compartidos por Colombia y Venezuela. Se encuentra en peligro crítico de extinción.
Pues, después de que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), declarará que el hábitat natural de dichos animales se encuentran en un nivel de alerta previo o tal vez permanente de desaparición por altos niveles de caza u estancamiento de la especie en las cuencas ahora secas del Orinoco, se llevó a cabo la liberación de 160 especies ejemplares del caimán, está vez en el río Capanaparo que comparte su caudal en ambos territorios (Colombia y Venezuela).
El animal quedó al borde de la extinción en la primera mitad del siglo XX debido a la caza desatada por su cotizada piel, y con el fin de salvar la vida del tan importante depredador, que lleva en cautiverio (Privación de libertad en manos de un enemigo) desde 1990, se llevaron a cabo proyectos ambientales y nacionales, que aunque liberaron más de 100.000 caimanes durante 33 años, la especie siguió desapareciendo.
Para este año la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Fudeci) , encargada de la liberación de los animales, confirmó que para el 30 de abril, ya Hay unas 100 hembras adultas en libertad, en el cauce del río que transcurre por Venezuela.
¿Qué pasará con el resto de las especies?
Las crías permanecerán un año en el zoológico dirigido por la (Fudeci), donde antes de ser liberadas, la fundación se encargan de cuidar el bienestar y la integridad del animal hasta que el depredador, esté fuerte, sano y preparado en supervivencia autónoma, pues es ahí, cuando serán liberados en el río, ( su hábitat natural.)
Esa alternativa tiene mucho éxito, porque la depredación en el ambiente natural es muy grande.