En recientes días, los hipopótamos han sido tema de conversación debido a la decisión del Ministerio de Ambiente de declarar a los más de 140 ejemplares descendientes de los traídos por Pablo Escobar a principios de los años 80’s como una especie exótica invasora. La idea del narcotraficante era tener un zoológico con muchos animales exóticos, sin embargo, los hipopótamos escaparon de la Hacienda Nápoles unos años más tarde y se dispersaron a lo largo del Magdalena Medio, poniendo así en amenaza a comunidades locales y a la biodiversidad del territorio en donde se encuentran. 

En paralelo a la espera de una decisión sobre el futuro de los animales en el país, en donde se han contemplado diferentes soluciones entre las que resaltan su reubicación y hasta el sacrificio, diez países africanos, como Senegal y Nigeria, le solicitaron a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna Y Flora Silvestres (Cites) que incluyan al hipopótamo africano en el apéndice de la convención, para ser reconocido como una especie en peligro de extinción por el comercio de marfil y la caza furtiva que está acabando con ellos. 

En la actualidad, el hipopótamo está en el apéndice II de la Convención, lo cual permite su comercio internacional si se consigue un permiso de exportación que otorga en mismo ente. Dicha práctica ha permitido y motivado a los cazadores a ir detrás de la especie hasta llevarla a un punto en el que ya se contempla el peligro de su extinción. 

Si bien es cierto que el hipopótamo es el animal que causa más muertes humanas en África, Estos también son víctimas de cazadores o de multitudes que se sienten amenazadas y deciden matarlos. De esta forma, la solicitud se basa en datos de la propia Cites, “Entre 2009 y 2018 se importaron globalmente 77.579 especímenes de hipopótamo, los principales fines fueron comerciales (73%), trofeo de caza (24%) y personales (3%)”. Índices concluyentes sobre la sobreexplotación de la cual es víctima la especie. 

La Convención deberá tomar una decisión y revisar si la amenaza de la que son víctimas los hipopótamos es tal, que sea necesario incluirlos en el apéndice I. Sin embargo, es importante aclarar que esta decisión no afectará a los más de 140 hipopótamos que habitan en Colombia, pues su futuro es decisión exclusiva del Ministerio de Ambiente. La última palabra de la Convención se dará a conocer en su próxima reunión en Panamá a finales de este año.

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