Un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad de Michigan revela un panorama diverso sobre las percepciones del cambio climático en Estados Unidos, según este estudio, un 67% de los encuestados expresan la creencia de que las temperaturas globales han aumentado en las últimas cuatro décadas, estas cifras marcan un cambio significativo con respecto a investigaciones anteriores, donde la percepción del calentamiento global había fluctuado entre un 52% y un 72% en diferentes periodos.
El análisis, realizado a través de las Encuestas Nacionales sobre Energía y Ambiente, destaca que la afiliación política sigue siendo un factor determinante en las opiniones sobre el cambio climático, por primera vez desde 2008, más del 51% de los identificados como republicanos admiten la existencia del calentamiento global.
Sin embargo, el negacionismo climático aún persiste en ciertos sectores de la sociedad estadounidense, un estudio publicado en la revista Nature Human Behavior identifica tres posibles razones detrás de esta negación: la influencia persuasiva de la desinformación, el descontento social y la desconfianza hacia instituciones y líderes políticos.
Una encuesta adicional, realizada por Sigma 2 para la Fundación AXA, destaca que solo un 10% de la población española niega el cambio climático, lo que sugiere una diferencia marcada en las percepciones entre países.
En el contexto estadounidense, el uso de técnicas de inteligencia artificial ha arrojado resultados reveladores sobre la distribución geográfica y demográfica del negacionismo climático, según un estudio de la Universidad de Michigan, aproximadamente el 14,8% de los estadounidenses niega la realidad del cambio climático, este análisis, basado en datos de Twitter, muestra que las opiniones sobre el cambio climático tienden a variar según la región, con una mayor prevalencia de negacionismo en el centro y sur del país.
Los hallazgos también destacan la influencia significativa de la afiliación política en las opiniones sobre el cambio climático, los votantes republicanos tienden a ser más propensos a negar el fenómeno, lo que sugiere una polarización política en torno a esta cuestión.
Además, se observa una correlación entre el negacionismo climático y el escepticismo hacia la ciencia en general, evidenciado por las bajas tasas de vacunación contra la COVID-19 en las mismas áreas donde el negacionismo climático es más prevalente.