El periodo electoral del 2022 ha sido el más violento para la prensa en diez años

A pocos días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, la fundación para la libertad de prensa (FLIP) advirtió que durante el 1 de enero y el 20 de mayo del 2022; 97 medios y periodistas fueron amenazados. Eso quiere decir, que cada día y medio un o una reportero/a ha sido amenazado/a. 

Estas cifras convierten al 2022 en el periodo electoral en el que más violencia en contra de la prensa se ha evidenciado en la última década. La FLIP señaló que mientras en las elecciones del 2018 se reportaron 61 amenazas en contra de medios y periodistas, en este mismo periodo del presente año se han presentado 36 casos más, registrando un aumento del 59%.

“El 5 de mayo 15 medios de comunicación anunciaron su salida del aire. El motivo, amenazas de muerte por parte de integrantes del Clan del Golfo durante el paro armado que decretaron ese mismo día. Cuatro meses atrás, un carro bomba fue detonado en Saravena, Arauca, y como consecuencia las sedes de dos medios de comunicación sufrieron daños estructurales. Durante los días siguientes, 16 periodistas del departamento recibieron amenazas”, evidenció la entidad, señalando que estas acciones perjudican el acceso a información por parte de los ciudadanos.

La FLIP también llamó la atención sobre la identificación de los victimarios. En su mayoría, no se sabe quién hizo la amenaza (49 casos), por lo que hace más compleja la labor de protección y de reconocer cuál es el daño posible. En los otros casos, han sido 25 amenazas por parte de grupos armados y 7 por particulares.

Foto: FLIP

De acuerdo con organización, las ciudades donde los periodistas han sido amenazados son Medellín, Arauca, Barranquilla, Bogotá, Cartagena, Tunja, Florencia, Quibdó, San José del Guaviare, Neiva, Santa Marta, Villavicencio, Pasto, Pereira, Barrancabermeja, Cali, Buenaventura.

Sin embargo, recalcaron que las regiones con mayor número de situaciones peligrosas para los profesionales de la comunicación son Arauca (donde se evidenciaron 16 denuncias en los municipios de Arauca, Arauquita y Saravena) y Bajo Cauca.

Un gran problema de estas zonas, son los pocos medios locales que existen, por lo que “basta con que tan solo un medio sea intimidado para que se produzca una reacción en cadena y otros medios también se atemoricen y se vean obligados a autocensurarse. Esto trae como resultado el silencio informativo, que en zonas de conflicto o con problemas de orden público puede ser devastador tanto para la prensa como para la ciudadanía».

Así se registran los medios que principalmente han sido víctimas:

Foto: FLIP

Para la entidad, la falta de respuesta del Estado a las denuncias de los reporteros y medios de comunicación, está relacionada con el considerable aumento en los ataques a la prensa. “El Estado, a nivel nacional, departamental y local, no se ha enfocado en atender las necesidades y riesgos de la prensa. Por ejemplo, no se ha evidenciado una atención priorizada para activar rutas de protección a periodistas que son víctimas de amenazas”, afirmaron.

Por todo lo anterior, la FLIP pidió a las autoridades intensificar dichas medidas de protección para garantizar el trabajo de la prensa, e hizo un llamado para que el próximo gobierno incluya esta situación como una de sus acciones prioritarias.

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