Los herederos al mando del “clan del golfo”, jefes de los “Caparros”, los “Rastrojos”, los “Shottas”, la banda “La Inmaculada” y los “Mexicanos”, dirigieron una carta al presidente electo Gustavo Petro, la vicepresidenta Francia Márquez, y al canciller Álvaro Leyva en donde aseguraron estar dispuestos a parar la violencia y ordenar un cese al fuego a contra la institucionalidad a partir del 7 de agosto de 2022.
Estas bandas criminales sostienen junto a disidencias de las FARC y la guerrilla del ELN, un constante enfrentamiento armado por el control del narcotráfico y el dominio de diferentes zonas del país. Son alrededor de 3.000 delincuentes que estarían dispuestos a dejar las armas y colaborar con la verdad.
Por ahora el comunicado no habla de nada relacionado con la entrega de fortunas obtenidas ilegalmente ni de las rutas por las cuales trafican sustancias prohibidas, así como tampoco pretenden entregar ninguno de los negocios de minería ilegal ni responder penalmente por sus innumerables crímenes.
El acuerdo de paz logrado en la Habana con las extintas FARC-EP es un referente para lo que estas bandas criminales quisieran lograr, su objetivo es tener una segunda oportunidad que incluya no solo a los criminales activos sino también a sus compañeros presos en el exterior y garantías iguales a las que han tenido los miembros de otros grupos, esto en relación con la justicia transicional que ha dado ciertos beneficios a exguerrilleros que ya han hecho parte de negociaciones anteriores.
La justicia transicional permite que penas muy bajas sean aplicadas, o incluso como quisieran los líderes que enviaron la carta, nunca ir a la cárcel a cambio de la desmovilización y su constante cooperación para encontrar la verdad. Sin embargo, una eventual aceptación podría traer negativas por varias partes, ya que dicha justicia transicional nunca se ha aplicado a grupos de narcotraficantes ni bandas de este estilo.
Hasta el momento nadie del nuevo gobierno se ha pronunciado con respecto a la carta y aunque no es un secreto que Petro durante su campaña habló de una política de paz en la que se contemplaba a todos estos grupos, no será un camino fácil y así como ya lo hemos vivido con el último acuerdo de paz, podrá llevar bastante tiempo para que se llegue a un acuerdo.