La Ministra de Trabajo, Gloría Inés Ramírez, ha presentado una reforma laboral que ha generado un amplio debate sobre su impacto en los trabajadores del país. Una interesante propuesta del Partido Conservador, que busca introducir un proyecto para flexibilizar la jornada laboral semanal. La idea central es reducir la semana laboral a cuatro días, permitiendo a los empleados disfrutar de tres días de descanso consecutivos.
Sin embargo, para cumplir con las 47 horas semanales de trabajo estipuladas por la empresa, se propone que los empleados trabajen entre 11 y 12 horas al día. Esto implica una jornada laboral más larga, lo que puede afectar los tiempos personales de los trabajadores. Por ejemplo, si un empleado comienza su jornada a las 8:00 a.m. y desea tener sus días libres desde el viernes, deberá concluir sus labores a las 8:00 p.m., lo que reduciría su tiempo disponible para actividades personales durante la semana.
A pesar de la controversia que ha generado esta propuesta, Wadith Manzur, representante del Partido Conservador, ha aclarado en una entrevista que la implementación de esta reforma laboral debería ser resultado de un acuerdo entre empresas y empleados. Manzur enfatiza que esta modificación busca cambiar el código laboral y hacerlo legal, permitiendo que aquellos empleados dispuestos a trabajar jornadas más largas a cambio de tres días libres puedan hacerlo de manera acordada con sus empleadores.
Esta propuesta se basa en modelos que funcionan en otros países, donde muchos empleados ya trabajan de esta manera. Además, algunos países, especialmente en Europa, han adoptado días de descanso adicionales durante la pandemia de COVID-19, lo que ha llevado a una disminución en las reuniones y un aumento en el trabajo independiente. En muchos casos, esta reducción de la semana laboral ha sido un éxito rotundo, con más del 90% de las empresas que participaron en los programas de prueba optando por mantener esta modalidad.