Este miércoles se realizó el último debate para la aprobación de la reforma tributaria que propone el presidente Gustavo Petro, en las plenarias de Cámara y Senado.
Con 59 votos contra 19, el Senado aprobó la eliminación del impuesto a las iglesias. El artículo 15 establecía que las iglesias y confesiones religiosas reconocidas por el Ministerio del Interior no son responsables al impuesto de renta respecto a las actividades asociadas al oficio religioso.
Sí pueden quedar gravadas sus actividades económicas como medios de comunicación, actividades inmobiliarias, alquiler de espacios o cría de ganado, entre otras cosas.
Ya se había anunciado, antes del debate, que partidos de Gobierno como el Liberal o de La U votarían en contra. Al momento de la votación, la senadora Clara López invitó a votar en contra a la proposición de eliminar el artículo, acción que desató chiflas en el recinto.

La Senadora Paloma Valencia, que resaltó la libertad religiosa, empieza por la defensa de la pluralidad religiosa que tiene Colombia y que últimamente ha sido objeto de persecución.
“Aquí nos están diciendo que se gravan impuestos a las iglesias cuando hacen actividades que no son del culto. No es cierto que las iglesias hagan actividades que no son de culto porque es que el culto no es solamente ir a la iglesia a orar, el culto también implica todas las actividades que generan la difusión del mensaje religioso”, afirmó Valencia.
La senadora agregó que era necesario recordar que las exenciones tributarias de las iglesias son el reconocimiento a la persecución que sufrió la iglesia católica cuando le quitaron los bienes.
Alirio Barrera apoyó a su compañera de partido y aseguró que en muchas ocasiones las iglesias hacían más cosas por la sociedad colombiana que el mismo estado.
“Tener en cuenta de que son las iglesias las que están elaborando un trabajo social que ni siquiera el mismo Estado lo está haciendo: recuperación de hogares, sacando personas de la drogadicción, ayudando a las personas con discapacidad y otros. Y la verdad es que lo que reciben del Estado es cero”, dijo el senador del Centro Democrático.
De igual forma, agregó que era una injusticia que graven a las iglesias cuando estas no solo hacen una labor social, sino que, además, se mantienen en pie gracias a los aportes y donaciones de quienes se congregan en la fe.
Otro senador que se manifestó en contra del artículo 15 fue Miguel Uribe, cuando enfatizó que era una persecución ideológica que ejerce el gobierno de Petro y sus aliados contra la fe. “Colombia es un país laico, pero no aconfesional y es un derecho humano, tener la posibilidad de apelar a la espiritualidad (…) creo profundamente que las iglesias representan una estructura de apoyo social que llegan donde el Estado no existe”. Agregó que las iglesias, en la actualidad, ya pagan impuestos sobre actividades asociadas y sobre los pagos que hacen.
Sin embargo, el senador Gustavo Bolívar, que defendía el artículo, aseguró no entender por qué las iglesias, si son organizaciones sin ánimo de lucro, había quienes se preocupaban por el artículo. “No se está gravando el culto, y en eso están mintiendo, lo que se está gravando, y lean bien, son las actividades producto del recaudo que hacen”, enfatizó Bolívar.

De igual forma, cuestionó que las iglesias exigían el diezmo y hacían actividades comerciales no relacionadas con la fe “el Estado tiene el derecho de cobrar un impuesto cuando el objeto social no es el del culto, sino negocios que se derivan de ese recaudo del culto, negocios particulares”, agregó el senador.
Roy Barreras, presidente del Senado y moderador del debate, especificó que el gobierno no está proponiendo que las iglesias paguen impuestos y menos a que no cumplan con su misión evangelizadora, sino que proponía que pagaran impuestos a los negocios colaterales de muchos de esos pastores que se enriquecen.
Finalmente, el presidente Gustavo Petro también se refirió al impuesto a las iglesias: “Ni lo propusimos, ni lo tumbamos”, escribió en su Twitter.