Uno de los métodos más comunes para saber si el agua que se consume es apta, es observar su color, pues si no está transparente se recomienda no beber del líquido, ya que puede enfermarse con algún agente contaminante y así causar daños al organismo.
Según un estudio, la calidad del agua de las casas tiene que ver con cuatro factores: el estado de las tuberías por donde pasa hasta llegar al grifo, las cisternas donde se almacena el líquido, la dureza del agua y el tratamiento que se le da para potabilizarla, así que para estar seguro de que se puede tomar el agua que sale de su grifo puede tener en cuenta lo siguiente:
1. Llene un vaso con agua y añádale azúcar, deje reposar durante 24 horas, si al comprobar el estado del agua la ve de color blanco, significa que no está en óptimas condiciones para su consumo.
2. Puede adquirir kits de evaluación de pureza del agua, estos puede encontrarlos en ferreterías en diferentes precios, ya que depende del nivel de precisión que se quiera obtener.
3. Llene un vaso de cristal con agua de su casa, póngalo a contra luz, si encuentra partículas de color blanco u oscuras en el fondo del vaso se recomienda no tomar el agua.
En cualquiera de los casos, deberán tomar medidas como la instalación de sistemas de filtrado para estar seguro de poder consumir el líquido.