En Sudáfrica, un rescatador de reptiles encontró una serpiente de dos cabezas. Una especie que, para sorpresa de muchos, no es tan inusual.
Fuente: Nick Evans
La especie se trata de una comedora de huevos marrón del sur (‘Dasypeltis inornata’, su verdadero nombre), que había sido observada por una familia en el patio de su casa.
El dueño de la propiedad había logrado meter al reptil en una botella por seguridad. Sin embargo, no sabía qué hacer después con ella, por lo que le pidió a Evans, un reconocido rescatador de reptiles, que pasara a recogerla.
Nick, fundador de KZN Amphibian & Reptile Conservation, aunque había sido avisado por el ciudadano, al ver dicha especie se sorprendió. La serpiente tiene un aspecto joven y, como es de esperarse, la condición de bicefalia le causa ciertos problemas.
Entre ellos, está que cada cabeza parece querer tomar una dirección contraria, aunque, después de un tiempo, parecen encontrar el término medio, posando una testa sobre otra.
Esta no es la primera vez que se habla de una serpiente con dos cabezas, ya que, una de las primeras descripciones que se encuentra en el ámbito científico es la de un ejemplar de la especie Xenedom merremii, descrito en 1824.
A partir de entonces, los reportes de casos similares empezaron a hacerse mucho más frecuentes. Como por ejemplo, en 1889 el estadounidense Roswell Hill Johnson realizó una investigación sobre este inusual reptil, de la cuál dio como resultado una carta al editor de la revista Science en la que aseguraba que ya tenía ocho ejemplares procedentes de varios museos.
Pero, ¿por qué no se ven con tanta frecuencia? La principal razón es básicamente porque sus dificultades para desplazarse o alimentarse hacen muy complicada su supervivencia. No solo pueden morir de hambre, si no ser devoradas por un depredador fácilmente.
Este ejemplar se encuentra en manos de un profesional que se encargará de cuidar de ella, evaluará sus condiciones e intentará mantenerla alejada de cualquier peligro que atente contra su vida.