Marina Isabel Ferrer Velásquez, visitaba el Palacio de Justicia el día de la toma por parte del M-19 y la posterior retoma a cargo del Ejército Nacional, desde ese 6 de noviembre de 1985, su familia no tenía noticias sobre ella y luego de 37 años, por fin le pudieron dar una santa sepultura.
Según las investigaciones de la Fiscalía, se conoció que Marina llegó a Bogotá el mismo día de la toma y planeaba encontrarse con una amiga en el lugar justo en el momento en que ocurrieron los ya conocidos hechos, Marina y su amiga quedaron en medio de los enfrentamientos y desde entonces, su familia no volvió a saber nada más de ella.
Los restos fueron encontrados desde hace siete años en el cementerio Jardines de Paz en Bogotá, sin embargo, hasta ahora se logró una plena identificación por parte de la fiscalía y de esta forma, se le entregaron los restos a sus familiares.
Una comisión de fiscales que fueron delegados ante la Corte Suprema de Justicia, representantes de dependencias participantes del proceso de búsqueda e identificación y funcionarios del CTI, hicieron la entrega formal a la familia de Marina. La ceremonia se llevó a cabo en el cementerio Jardines de Cartagena, teniendo en cuenta que la mujer era oriunda de San Jacinto y que sus tres hijos se encontraban allí.
La Fiscalía General de la Nación aseguró que sus labores de búsqueda e identificación continúan en pro de establecer la verdad sobre lo ocurrido en la toma del Palacio y así como ocurrió con Marina, poder continuar con la identificación de restos para, de a uno, encontrar a los desaparecidos aquel día.