Andrés “Manga” Escobar fue una promesa del fútbol colombiano que junto a figuras reconocidas como Duvan Zapata, Luis Fernando Muriel y hasta el mismo James Rodríguez, integró el equipo que salió campeón del torneo Esperanzas de Toulon en 2011. Este equipo fue la base de una generación dorada que se destacó en los mundiales de Brasil y Rusia. Aunque el crecimiento de Manga no fue el esperado, no se dejó de esperar grandes resultados de él.
Desde su debut en el Deportivo Cali en el 2008, Escobar pasó por bastantes equipos, tales como: Dinamo de Kiev en Ucrania, el Évian de Francia, Dallas en Estados Unidos, inclusive volvió a Colombia al Atlético Nacional de Medellín y después fue a Millonarios, allí su carrera se fue diluyendo a tal punto que en el 2021 cayó en el Leiknir Reykjavík de la liga de Islandia, país de poca trayectoria futbolera y de la cual se sabe muy poco.
Es precisamente en Islandia en donde el pasado 19 de septiembre del 2021, Manga Escobar abusó de una mujer que se encontraba en estado de ebriedad, delito por el cual se le condenó a dos años y medio de prisión el pasado lunes 26 de septiembre, a pesar de que él se declaró inocente y buscó el respaldo del país por medio de una entrevista que dio para el canal Win+, en donde se defendió diciendo que el acto había sido consensuado y que tenía pruebas concluyentes que la justicia islandesa había ignorado.
Según el jugador, el día de los hechos, él se encontró con una mujer islandesa en el centro de la ciudad, en donde ella le expresó que le gustaba mucho la cultura de los colombianos y los hombres de color, posterior a ello fueron a su apartamento y tuvieron un encuentro sexual con el consentimiento de ambos, según lo señalado por el jugador colombiano, al otro día ella se fue e inclusive él estuvo pendiente de que llegara bien. Los problemas vinieron cuando Manga se percató que la chica había dejado su chaqueta y al avisarle ella le respondió que irían sus padres a recogerla y ahí fue donde llegó la policía.
A pesar de siempre mostrarse como inocente y aparentemente relatar con mucha tranquilidad los hechos, la Audiencia Nacional encontró culpable a Escobar por violencia sexual a una ciudadana islandesa, la cual se encontraba en un estado de ebriedad que no le permitió frenar el acto y ninguno de los intentos de Manga por defenderse fue válido para demostrar su inocencia y quedar en libertad.