Inicios de las casas de pique en Colombia

AFP PHOTO / LUIS ROBAYO

Nos trasladamos a Buenaventura, tierra colombiana del Valle del Cauca, tierra rica culturalmente, desde sus platos típicos con frutos del mar, acompañados de arroz con coco y juguito de borojó. En este rincón de Colombia está el puerto marítimo más importante del país y una zona llena de conflicto.

Esta ciudad olvidada por el Estado es azotada permanentemente por la pobreza, la violencia, la desigualdad y el narcotráfico. En el año 2014 surgieron las “Casas de pique” por la confrontación entre el “Clan del Golfo” y el grupo “La Empresa”, con el fin de dominar las rutas del narcotráfico en el puerto de Buenaventura. 

Descuartizar y torturar, ese es una situación quien hoy en día estremece a la población colombiana, y para el 2014 se temía que esta nueva práctica de tortura se extendiera por el territorio nacional. Con el tiempo este cruel acto no solo fue visto en Buenaventura, ya que se encontraron casos en Pasto y Bogotá. 

En la capital se llevaban a cabo específicamente en zonas como El Cartucho o El Bronx antes de ser desalojado.

La falta de seguridad y militarización en el Puerto de Buenaventura permitieron que las masacres se salieran de control y, en muchos de estos casos, los niños estaban involucrados, ya que ellos eran los encargados de transportar las partes de los cuerpos desmembrados.

El puerto era una zona clave para los grupos armados, al igual que barrios como Bajamar, por ser lugares desolados a causa del desplazamiento forzado ocasionado por el conflicto. Para este momento surgieron dos hipótesis por parte de la policía ante las masacres, la primera: Generar terror entre los grupos que querían dominar el territorio; la segunda: Brujería, recordando que en esta zona del país algunas personas son miembros de cultos y aquellos cuerpos que se encontraban enteros tenían un factor común: Dedos pulgares de las manos amarrados entre sí, al igual que los dedos gordos de los pies.

Entre 2014 y 2015 se creía que esta modalidad de tortura había desaparecido de los diferentes territorios del país donde se estaba ejecutando, pero para el año 2019 nuevamente se encontraron cuerpos desmembrados en la capital colombiana y ante la situación el alcalde de Bogotá de aquel entonces, Enrique Peñalosa, señaló que debía ser «un loco asesinando y desmembrando gente» y que «no hay casas de pique».

Ahora en el año 2022, Bogotá vuelve a sumirse en el miedo ante esta situación, ya que las autoridades confirmaron la existencia de casas de pique en la capital, donde han sido torturados y desmembrados los habitantes de la ciudad, teniendo como último caso una casa localizada en Chapinero, donde se encontraron 4 cuerpos.

Por si fuera poca la situación que se vive en el interior del país, la alcaldesa del momento, Claudia López, sostiene que no existen las casas de pique y que todo es producto del “amarillismo” de los medios. Cabe resaltar que en lo corrido del año se ha hallado 23 cuerpos en bolsas, con signos de tortura y desmembrados, en las localidades de Los Mártires, Kennedy, Bosa, Engativá y Suba.

La ciudadanía está a la espera de que las autoridades den con el paradero de los responsables, para que así cese la inseguridad en la ciudad de Bogotá.

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