Al oriente de Cali, Valle del Cauca, se presentó un hecho de homicidio por parte de un joven hacia su madre, el pasado 10 de noviembre. Se trata de Ingrid Coromoto Gómez Ezquiel de 50 años, de nacionalidad venezolana, quien vivía con su esposo y su hijo; la mujer se dedicaba a vender empanadas en la ciudad.
El incidente se presentó en el barrio Alfonso Bonilla Aragón, comuna 14. Por lo que, ha conmocionado a cientos de caleños por tan terrible suceso. Luis Palma, esposo de Ingrid, confesó que su hijo de 27 años no es un mal hombre, ese día estaba bajo los efectos de la cocaína y cometió el homicidio.
El ataque fue con un cuchillo y cuando llegaron los vecinos ya era demasiado tarde. “Después de almorzar, ella se acostó a hacer una siesta al lado de nuestro hijo. Luego de un rato él apareció con las manos llenas de sangre y no podíamos creer lo que había pasado”, relató Palma.
Al lugar de los hechos llegó personal del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación para realizar el respectivo levantamiento del cuerpo. Asimismo, el joven unas horas después se entregó a la Policía Nacional y el coronel Daniel Gualdrón mencionó: “el capturado se encuentra en proceso de judicialización por el CTI y la Fiscalía General de la Nación”.
“Él no se acuerda de lo que pasó; su mamá era todo para él. Anoche me permitieron verlo en la celda, le dije ¿hijo, sabes lo que hiciste? Me respondió: ‘¿Apá qué hice pues? Que me volví a escapar’. Entonces le respondí: te perdono en el nombre de nuestro señor Jesucristo, de corazón te amo. Mi hijo decía: ‘Apá, qué me vas a perdonar, tú eres loco. Dile a mi mamá que me venga a buscar, que me tienen esposado, porque consumí cocaína, dile que me traiga comida, tengo hambre y frío’. Después comentó que aprovechó que la mamá estaba durmiendo y por eso había escapado”, contó.
Luis relata que Manuel, su hijo, es un muchacho cariñoso con la mamá, inteligente y con conocimientos de inglés. Lo difícil era que hace más o menos año y medio consumía droga, aunque no era algo permanente. Días antes estaba internado, pero su madre lo fue a buscar porque los había llamado. «Él estaba internado y nos llamó para decirnos que tenía un cólico. Mi esposa lo fue a buscar porque ella era todo con sus muchachos y más cuando al hijo en Perú lo mató el covid».
El mismo día del hecho habían encontrado a Manuel bajo efectos, al parecer, de cocaína. Finalmente, Luis confesó, «mi muchacho no es malo, pero lo atacó ese demonio de la droga. Yo no lo voy a dejar solo».