La ciudad de Hong Kong de China le dice adiós a una antigua atracción turística e icónico restaurante flotante más grande del mundo, después de más de 50 años de atención se hundió en el mar de China Meridional el pasado domingo, días después de que lo remolcaran en ruta hacia un destino sin especificar.
La embarcación de tres pisos era experta en platos de pescado y marisco y su exterior tenía el estilo de un palacio imperial chino. Tenía un total de 76 metros de eslora, una capacidad hasta de 2.300 invitados y fue degustado por más de tres millones de comensales en toda su historia.

Foto: Facebook / Jumbo Kingdom
La embarcación fue inaugurada en 1976 por el magnate de los casinos Stanley Ho, su construcción costó casi cuatro millones de euros, y en sus días de gloria encarnó el colmo del lujo, de neones, pinturas y coloridos motivos decorativos de estilo oriental, trono dorado incluido.
El Jumbo volcó y se fue unos 1.000 metros de profundidad, lo que hace “extremadamente difícil” su rescate, según su empresa gestora, Aberdeen Restaurant Entreprises. Ningún miembro de la tripulación resultó lesionado, pero la compañía dijo estar «muy triste por el incidente».
🇨🇳 Uno de los restaurantes más distintivos de #HongKong, el restaurante flotante #Jumbo, se hundió en el Mar de #China Meridional, días después de que fuera remolcado de su sitio durante 46 años en el puerto de Aberdeen.pic.twitter.com/FWVQR6Tkpu
— 𝑪𝒆𝒏𝒕𝒊𝒏𝒆𝒍𝒂35 (@QuakeChaser35) June 20, 2022
Su fama llegó hasta la pantalla grande, ya que, apareció en varias cintas como Operación Dragón (1973), God of cookery (1996), James Bond: El hombre con el revólver de oro (1974) y hasta en Godzila vs Destroyyah (1995), donde es atacado por el mítico monstruo japonés ficticio.
En redes sociales muchos de sus usuarios lamentaron el final trágico de este ícono gastronómico y compartieron algunas piezas artísticas que retrataban al restaurante bajo el agua, mientras que otros compartieron mensajes de despedida o gratos recuerdos de visitas anteriores.
El restaurante había cerrado desde marzo de 2020, debido a la pandemia de COVID-19, las restricciones afectaron gravemente, especialmente al sector turístico de la excolonia británica, con unas pérdidas acumuladas de 12,7 millones de dólares.