Giorgia Meloni, líder del partido postfascista Hermanos de Italia, está a punto de convertirse en primera ministra del país europeo, después de que la coalición de derecha que lidera obtuviera un 44% de los votos de la ciudadanía en las elecciones generales de este domingo.
El partido de Meloni, junto con sus aliados de derecha como La Liga y Fuerza Italiana, obtuvieron un resultado que les permite tener mayorías en El Parlamento para conformar un nuevo gobierno con 5 años de mandato. Tan pronto inicien las sesiones del nuevo legislativo, será necesario que el presidente de la República convoque a Meloni como líder de la coalición más votada para obtener un voto de confianza que prácticamente ya tiene asegurado.
“Por lo que vemos en las primeras proyecciones, podemos decir que los italianos han enviado un mensaje claro a favor de un gobierno de centroderecha, liderado por los Hermanos de Italia… Si estamos llamados a gobernar esta nación, lo haremos para todos los italianos, lo haremos con el objetivo de unir a las personas, de potenciar lo que las une y no lo que las divide”, aseguró la candidata en un discurso.
Europa a la expectativa
Con una votación de apenas el 26%, la alianza de centroizquierda liderada por el Partido Democrático quedó rezagada en un país donde el discurso de Meloni ha ganado un considerable número de adeptos, pero que a su vez parece prender las alarmas en la Unión Europea.
La controvertida dirigente, quien en sus inicios declaró su admiración por el líder fascista Benito Mussolini, presentó un programa electoral en el que destacan propuestas en contra del aborto, el matrimonio entre parejas del mismo sexo, el sistema burocrático de la Unión Europea, y las políticas migratorias. Aunque promete lealtad a la OTAN, ha mencionado que apoya el trabajo de líderes como Vladímir Putin por compartir lo que ella califica como “el sistema de valores europeos, defender el cristianismo, y combatir el fundamentalismo islámico”.
“Sí a la familia natural, no al lobby LGBTI. Sí, a la identidad sexual, no a la ideología de género” declaró en un encuentro del partido Vox de España, en Marbella.
“Patria, dios y familia” es el lema que acompaña este tipo de posturas de Meloni, que también lideró una fuerte oposición en contra del actual ministro de Italia, Mario Draghi, por lo que no es de extrañar su vertiginoso ascenso dentro de una sociedad profundamente dividida y golpeada por la inflación, la crisis energética y la creciente desconfianza hacia las instituciones democráticas.
Aunque en los últimos días Meloni ha moderado sus discursos euroescépticos para tranquilizar el ambiente y contexto sociopolítico del continente europeo, la preocupación sigue latente a raíz del respaldo que ha recibido desde sectores de derecha o extrema derecha de países como España, Alemania y Hungría.
