El feminicidio de Valentina Trespalacios es la radiografía, la imagen dolorosa de un país violento, machista y misógino. La muestra de un cubrimiento mediático despiadado, rapaz e inconsciente. De acuerdo con las investigaciones, todo parece indicar que, la pareja sentimental de Valentina, fue quien la asesinó, torturó y cosificó.

A tan solo 34 días del 2023 en Colombia, se han registrado por menos diez feminicidios y en lo corrido del 2022, según el observatorio de feminicidios de la Red Feminista Antimilitarista, se perpetraron 612. Las estadísticas hablan por sí solas; sin embargo, un número no representa la vida de una mujer, por el contrario, la deshumaniza. 

La crueldad que se esconde en redes, maquillada de opinión

Las cifras solo están para mostrar numéricamente el peligro constante al que se enfrentan las mujeres; las redes sociales, por su parte, dejan en evidencia una sociedad misógina. Y es que en las últimas semanas, Twitter, TikTok, Instagram, etc.; se han llenado de comentarios con frases como “nada justifica que la hayan matado, pero…”, “no se justifica, pero nadie está con un extranjero por amor”, “nadie sabe como la otra persona puede reaccionar ante una infidelidad”.

Bajo estos conceptos, se puede deducir, entonces, que el feminicidio no tiene justificación, pero es mejor que, las mujeres escojan mejor sus parejas y sus amantes, no tengan aspiraciones monetarias, no se vistan de cierta forma y mucho menos abran perfiles en aplicaciones de citas.

Parece que la mayoría de hombres, piensan que el incumplimiento de la lista de normativas sociales, es suficiente para asesinar o violentar a una mujer.

Los medios preocupados por clics

A esto se le suma la crucifixión masiva por parte de los medios de comunicación, quienes en vez de periodistas parecen aves de rapiña, rasgando hasta el trozo más pequeño de información, para luego publicarlo y revictimizar a la mujer.

Al buscar Valentina Trespalacios en Google estos son los titulares que se encuentran: Valentina Trespalacios: así se veía la DJ antes de conocer a John Poulos; Tatán Mejía hizo una profunda reflexión sobre el caso de Valentina Trespalacios: “las apariencias engañan”; El lujoso edificio donde pasó sus últimos minutos Valentina Trespalacios; A Poulos le llegó ayuda ‘divina’ en caso de DJ muerta: “ciudadano ejemplar”, dice iglesia; entre otros. Por no mencionar las noticias donde se habla de la intimidad de Valentina, como si haber sido víctima de feminicidio, le diera el derecho a los medios de publicar su vida privada. 

El dolor de Laura Hidalgo, madre de Valentina, se ha convertido en un show mediático, la necesidad que ha mostrado en diferentes entrevistas por limpiar la imagen de su hija, es el resultado de la negligencia de los medios de comunicación masiva que solo se preocupan por generar clics.

En una sociedad donde el feminicidio es, pan de cada día, a nadie debería importarle las opiniones de los famosos criollos de este país, las fotos del cuerpo no deberían ser publicadas y en el caso del juicio televisado, las imágenes tienen que ser censuradas, eso se llama ética profesional, tampoco debería haber un debate sobre el comportamiento y la moral de Valentina.

Finalmente, NO, nada justifica la violencia de género. Decir “no justifica” antes de un “pero” es justificar el feminicidio. 

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