Tras 18 días de estar desaparecidos, el Salvamento Minero encontró sin vida el cuerpo de los dos trabajadores que quedaron atrapados en una mina en Buriticá al occidente de Antioquia, luego de que se inundara con lodo. Los restos estaban en uno de los socavones de la mina y fueron encontrados en la madrugada de este lunes.
La mina en la que se dieron los hechos es de propiedad de la multinacional china Zijin-Continental Gold, misma a quienes los familiares de los afectados culpan por la precariedad a la que se veían los trabajadores y por supuestamente ser quienes provocaron la inundación que terminó con la vida de los dos hombres, versión desmentida en varias ocasiones por la empresa.
En días pasados, mineros de la zona hicieron denuncias de los ataques con lodo residual con el que se taponan las minas, asegurando que “les echan cemento y acelerante”, incluso se han difundido videos en las redes sociales en donde se ve a los mineros intentando sacar a quienes quedaron en el lodo.
A raíz de dichas denuncias, la comunidad bloqueó la vía de acceso al municipio y la carretera que conecta con Medellín, por lo que la Gobernación de Antioquia instaló una comisión para saber la verdad sobre las operaciones de la multinacional en la zona minera y comprobar las acusaciones planteadas por los habitantes del sector.
Por su parte, Zijin-Continental Gold interpuso varias denuncias argumentando que todo lo dicho ha sido perjudicial para su buen nombre como empresa y está a la espera del actuar de la Fiscalía General de la Nación y poder continuar con normalidad con sus operaciones.
Al momento se conoce que los cuerpos encontrados corresponden a Victor Enrique Peña, de nacionalidad venezolana, quien llevaba ocho años en el país y había encontrado en la minería artesanal un auxilio económico, no tenía pareja ni hijos, diferente de Jesús González, quien tenía un hijo de ocho años y quien se dedicaba a la minería artesanal y la soldadura.