Los grupos armados durante años han utilizado, burlado y encasillado a las personas que pertenecen a la comunidad LGBTIQ+. Sin embargo, desde diferentes entidades de DDHH en el país, se sigue trabajando por vivir en diversidad, respetando y protegiendo los derechos de toda la población.
Hace más de dos meses, el Clan del Golfo difundió un panfleto en el que lanzaba amenazas contra la comunidad LGBTIQ+ y anunciaba su intención de llevar a cabo un acto de violencia indiscriminada, como “exterminio social”.
“La discriminación contra las personas LGBTIQ+ existe desde mucho antes de que iniciara el conflicto armado en Colombia, y es un discurso ya establecido que todos los actores armados usan a su favor. Cometen violencias para castigar, aprovecharse o expulsarlas”, mencionó María Susana Peralta Ramón, coordinadora del área de Paz y Justicia Transicional de la ONG Colombia Diversa.
Desde hace décadas se han denunciado estos hechos, sin embargo, rastrear con precisión las afectaciones a las personas LGBTIQ+ en el conflicto sigue siendo un desafío debido a que la información que se obtiene es poca.
Meses después de lanzar el panfleto se presentó el asesinato de Dania Sharith Polo, una mujer trans, conocida como La Pola y ocurrió cuando un sicario entró a la casa de la mujer, la sorprendió, desenfundó su arma y la descargó contra su cuerpo.
Luego de batallar por su vida en una unidad de cuidados intensivos, falleció el pasado 12 de mayo. Polo fue una de las principales lideresas LGBTIQ+ de los Montes de María, fue quien impulsó el reconocimiento colectivo de las víctimas de esta región y dio su testimonio ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Comisión de la Verdad.